Podemos quedarnos horas y horas hablando sobre nuestra próxima gran idea.
Esa que va a cambiar el mundo.
Y seguramente podremos inventar el siguiente Facebook, el próximo Amazon, lo que suplantará a Netflix y los siguientes 100 años de descubrimientos.
Pero las ideas no sirven de nada si no las ejecutas.
Si no hay acción, no llegarás a ningún lado.
A veces es por miedo.
A veces lo analizas de más y te frenas por ello.
Recuerda:
La palabra clave es ejecutar. Volver tus ideas realidad. Aterrizar ese avión que sólo planea y planea.
Es muy probable que al principio te equivoques, que parezca que no avanzas.
A todos los emprendedores que conozco les pasa.
Y no sólo al principio.
Así que no te detengas. Porque al final, lo único que pierdes es el tiempo.