Lo que no te enseñan en ninguna escuela de negocios: todo es un juego de persuasión
A mi alrededor, veo a todos persiguiendo tácticas. El último funnel, el software brillante, la nueva red social de moda.
Son como alquimistas novatos mezclando ingredientes al azar, esperando convertir el plomo en oro por pura suerte.
Yo no juego a la suerte. Yo diseño el resultado.
Aprendí, a base de golpes, que tu verdadero negocio no es vender cursos, ni consultorías, ni ropa.
Tu verdadero negocio es el marketing y la publicidad.
Y el combustible de ese negocio es la persuasión.
Esa es la habilidad que me permitió pasar de atender llamadas en un call center por un sueldo miserable, a construir un imperio digital que me da la libertad de vivir bajo mis propios términos.
De eso hablo cada día.
Cada mañana te enviaré un email.
A veces será una historia, otras una lección, otras un secreto arrancado de un libro antiguo.
Pero siempre será una pieza de conocimiento para que aprendas a moldear la realidad a tu antojo.
Si eres lo suficientemente astuto para leer entre líneas, descubrirás el sistema que uso para convertir palabras en poder.
Y aunque nunca compres nada, el simple hecho de estar aquí te dará una ventaja injusta.
Estos son algunos de los emails que he enviado:
Este no es un lugar para los que buscan la píldora mágica.
Si eres de los que coleccionan cursos como si fueran cromos, pero nunca te pones en acción, te aburrirás.
Si crees que el éxito es un golpe de suerte y no el resultado de una estrategia deliberada, te sentirás fuera de lugar.
Si te ofendes porque vendo mis secretos a quienes están dispuestos a pagar por ellos, te recomiendo que te des de baja antes de empezar.
Mi objetivo no es agradar a las masas. Mi objetivo es forjar reyes.
Quienes no están listos terminan diciendo esto:
"Muchos correos uno tras otro. Demasiado molesto, vender es una cosa, insistir otra..."
Quienes sí lo están, me envían mensajes como este:
"No sabes el salto cuántico que he dado desde que aplico lo que me has enseñado. Pasé de 119 dólares a 1,492 en muy poco tiempo, solo con tus encabezados."
— René R.
"Compré tus guías y estoy muy satisfecho. Creo que la inversión fue muy baja para todo el contenido. Gracias por el tiempo que te das de seguir enseñando."
— Fernando H.
Me llamo Esteban Constante.
Los números que ves en mi historial:
1 millón de suscriptores para Leonardo.Ai, su posterior adquisición multimillonaria por parte de Canva, o los 9 millones de seguidores de El Librero de Gutenberg, no son el resultado de tácticas de marketing.
Son la consecuencia inevitable de entender una sola cosa: la psicología de la influencia.
Son la prueba de que cuando dominas el arte de la persuasión, puedes construir un movimiento de la nada, mover a las masas y hacer que una idea se vuelva irresistible.
Mencionado y entrevistado en:
© Esteban Constante